El 4 de junio se celebra el Día Mundial de la Fertilidad, una fecha dedicada a aumentar la conciencia sobre los problemas reproductivos que afectan a muchas personas y parejas en todo el mundo. Este día busca promover el diálogo abierto, reducir el estigma asociado a la infertilidad y fomentar la educación sobre salud reproductiva.

¿Qué es la infertilidad?

La infertilidad es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se define como la incapacidad de lograr un embarazo clínico después de 12 meses o más de relaciones sexuales regulares sin protección. Se estima que aproximadamente una de cada seis parejas enfrenta dificultades para concebir en algún momento de su vida.

Causas comunes de la infertilidad

La infertilidad puede afectar tanto a hombres como a mujeres y puede deberse a diversas causas:

En mujeres:

  • Ausencia de ovulación o mala calidad de los óvulos.
  • Endometriosis: crecimiento del tejido del interior del útero fuera de él.
  • Fibromas uterinos.
  • Trompas de Falopio bloqueadas.

En hombres:

  • Bajo recuento de espermatozoides.
  • Movilidad deficiente de los espermatozoides.
  • Problemas hormonales.
  • Infecciones o varicocele.

Aspectos emocionales de la infertilidad

La infertilidad puede tener un profundo impacto emocional. Muchas personas que luchan con la infertilidad experimentan sentimientos de frustración, tristeza, aislamiento y culpa. Además, el tabú alrededor de este tema a menudo impide que los individuos o las parejas busquen apoyo emocional.

En este contexto, es importante:

  • Hablar sobre el tema: Romper el silencio y fomentar un espacio donde se pueda hablar abiertamente de la infertilidad ayuda a reducir la carga emocional.
  • Apoyo psicológico: Es recomendable contar con profesionales de la salud mental que puedan brindar acompañamiento durante el proceso. El estrés y la ansiedad pueden afectar directamente la fertilidad, por lo que encontrar maneras de manejarlos es esencial.

Avances médicos en la fertilidad

A lo largo de las últimas décadas, los avances en la medicina reproductiva han permitido que muchas parejas que antes no podían concebir tengan la oportunidad de hacerlo. Algunas de las tecnologías y tratamientos más relevantes son:

  • Tramientos de baja complejidad: Un proceso en el cual los espermatozoides son introducidos en el útero de la mujer, aumentando las posibilidades de concepción.
  • Tratamientos de alta complejidad: Consiste en la fertilización de un óvulo con esperma en un laboratorio, seguido de la transferencia del embrión al útero.
  • Donación de óvulos o esperma: Para aquellos que no tienen óvulos o esperma viables, las clínicas de fertilidad pueden recurrir a la donación de gametos.
  • Criopreservación: Congelar óvulos, espermatozoides o embriones para su uso posterior. Esto es útil para aquellos que desean retrasar la maternidad o paternidad debido a razones personales o de salud.