Sabías que la prevención de las enfermedades mamarias se basa en un diagnóstico temprano que permita efectuar un tratamiento adecuado en el momento inicial de la enfermedad.
Los dos aliados son el auto-examen de mamas y el control ginecológico periódico (sistemático).
El auto-examen depende de ti y lo ideal es realizarlo todos los meses, entre una semana y diez días después de la menstruación que es cuando tus mamas están menos sensibles. Pero, si no tienes menstruación porque estás amamantando o ya pasaste la menopausia, los médicos recomiendan que te examines el mismo día de cada mes.
Examinarte es muy sencillo: parada frente a un espejo, observa si hay alguna alteración en el contorno de tus mamas (primero con los brazos hacia abajo y luego hacia arriba). Después, recostada en la cama, pones un almohadón debajo de un hombro y palpas el seno con la mano opuesta para detectar durezas o bultos. Y repites la palpación en el otro seno.
- La evidencia médica te recomienda un control periódico con un profesional, quien seguramente te indicará una mamografía entre otros estudios. La mamografía es un estudio simple radiológico que permite detectar tempranamente imágenes sospechosas.
Este control debes realizarlo cada tres años, si tienes entre 20 y 39 años, y cada doce meses a partir de los 40 años.
¿Por qué es tan importante la mamografía? Porque está totalmente comprobado que es la mejor herramienta para un diagnóstico precoz y que disminuye entre un 25 y un 30 por ciento la mortalidad por cáncer mamario ya que permite ver tumores hasta dos años antes de que sean palpables por el profesional más entrenado.
Ante cualquier anomalía no dude en consultar con su médico. No se deje estar, hágase los controles periódicos.