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26 de agosto- Día Nacional de la Solidaridad

Esta fecha fue instituida en nuestro país en homenaje al nacimiento de la Madre Teresa de Calcuta, cuyo ejemplo de vida ha sido un reto a la conciencia de la humanidad por su cotidiana tarea de impartir valores de solidaridad, respeto, familia, comprensión, esperanza y cooperación, promoviendo la responsabilidad social y la participación ciudadana.

Agnes Gonxha Bojaxhiu, nacida el 26 de agosto de 1910 en Skopje (actual Macedonia), de padres albaneses, ingresó a los 18 años a Orden de las Hermanas de Nuestra Señora de Loret en Irlanda, recibiendo su formación religiosa en Dublín y en Dardjiling, India.

En 1931, tomó el nombre de Teresa en honor a una Carmelita, Thérèse Martin quien fue canonizada en 1927 con el título de Teresa de Lisieux (Santa Thérèse de Lisieux). Seis años después tomó los votos religiosos y enseñó durante 20 años en el Colegio Santa María en Calcuta, en la India, donde comenzó curando enfermos y amparando huérfanos y hambrientos de sus calles, hasta que en 1948, el Papa Pío XII le concede el permiso para dejar sus funciones como monja independiente. Desde ese momento, la Madre Teresa comparte su vida en las calles de Calcuta con los más pobres, los enfermos y los hambrientos (desde 1950 ayuda a los enfermos de lepra), y funda una congregación llamada las Misioneras de la Caridad cuyos miembros además de asumir los votos de pobreza, castidad y obediencia, deben servir a los pobres.

En 1965, el Papa Pablo VI colocó a la congregación de las Misioneras de la Caridad bajo el control del Papado y autorizó a la Madre Teresa a expandir la Orden religiosa en otros países. Alrededor de todo el mundo se abrieron centros para atender leprosos, ancianos, ciegos y personas que padecen del SIDA y se fundaron escuelas y orfanatos para los pobres y niños abandonados.

En 1979 recibió el Premio Nobel de la Paz, y en 1984 fundó los Padres Misioneros de la Caridad. El día de su muerte, el 5 de diciembre de 1997, se habían consagrado casi 4.000 Misioneras de la Caridad para despedirla.

Esta mujer, emblema y paradigma de la solidaridad, entendida como la unión, colaboración, cooperación de acciones conjuntas y económicamente desinteresadas, que se enriquece y alcanza su plenitud cuando se le suma la virtud de la caridad, cuando se realiza por amor, cuando se convierte en entrega. De allí que el mayor ejemplo de solidaridad en nuestros tiempos lo encontremos en la Madre Teresa, quien no conoció límite alguno para esa entrega personal a los necesitados.

El objetivo de hoy es reflexionar e incorporar valores solidarios a nuestra sociedad, porque «Cuanto menos poseemos, más podemos dar. Parece imposible, pero no lo es. Esa es la lógica del amor», dijo alguna vez la Madre Teresa de Calcuta