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13 de marzo-Día Mundial del Riñón

El Día Mundial del Riñón  se celebra cada 13 de marzo desde 2006 promovido por asociaciones médicas internacionales.

La Enfermedad Renal Crónica (ERC) es la alteración del funcionamiento de los riñones por más de tres meses y la pérdida gradual de sus funciones.  Estimaciones internacionales advierten que más del 17 por ciento de la población mundial mayor de 20 años padece deterioro de la función renal.

En Argentina la incidencia de esta enfermedad se duplicó entre 2002 y 2012, cuando alcanzó al 12 por ciento  de la población, es decir que  al menos 4.600.000 personas presentan algún grado de ERC.

Esto se debió a que entre 2005 y 2009 aumentó la obesidad, del 14,6 al 18 por ciento de la población, mientras que la diabetes pasó en ese lapso del 8 al 9,6 por ciento,  según datos de las Encuestas Nacionales de Factores de Riesgo. La misma estadística muestra que la población mayor de 18 años con hipertensión alcanzó en 2009 el 34,8 por ciento del total.

Los primeros cuatro estadios de mal funcionamiento de los riñones no presentan síntomas, lo que significa un gran desafío para los profesionales el diagnóstico  temprano para evitar la enfermedad crónica,  que requiere tratamientos de diálisis o trasplante.

ESTUDIOS PARA EL DIAGNÓSTICO

Los estudios requeridos para un diagnóstico temprano son “simples” y pueden sintetizarse en:

  • Ecografía renal y vías urinarias.
  • Análisis de sangre y orina.
  • Éste último permite evaluar el filtrado renal, la depuración de sustancias y la recuperación de aquello necesario.

MEDIDAS DE PREVENCIÓN

A pesar de no tener enfermedad renal evidente en su control de rutina, la población de riesgo debe tomar algunas medidas de prevención. A saber:

  • Evitar sobrepeso.
  • Controlar adecuadamente la presión arterial.
  • Mantener la glucemia en valores normales.
  • Evitar cifras de colesterol y ácido úrico elevadas.
  • Realizar ejercicio físico adecuado.
  • Alimentarse correctamente (considerar los aportes de sal y proteínas), todo según criterio del profesional que lo asista.

Es importante recordar que, mientras más tardíamente lleguemos al diagnóstico y tratamiento de las enfermedades renales, probablemente peor sea su pronóstico.

 

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